LA VIOLENCIA RACIAL CONTRA LA POBLACIÓN INDÍGENA EN LA ACTUALIDAD
El Informe sobre la Violencia contra los Pueblos Indígenas 2021 revela que, en su tercer año, el gobierno de Jair Bolsonaro mantuvo la directriz de paralizar la demarcación de tierras indígenas y la omisión total con respecto a la protección de tierras ya demarcadas.
Si desde el punto de vista de la política indígena oficial, esta postura representaba una continuidad de lo que ocurría en los dos años anteriores, desde el punto de vista del pueblo representó el agravamiento de un escenario que ya era violento y aterrador. La consecuencia de esta postura fue el aumento, por sexto año consecutivo, de los casos de “invasiones posesorias, explotación ilegal de recursos y daños al patrimonio”.
En 2021, el Consejo Misionero Indígena (Cimi) registró la ocurrencia de 305 casos de este tipo, que afectaron al menos 226 tierras indígenas en 22 estados del país. En el año anterior, 263 episodios de invasión afectaron 201 tierras en 19 estados. El número de casos en 2021 fue casi tres veces mayor que el registrado en 2018, cuando se registraron 109 casos de este tipo.